miércoles, 9 de septiembre de 2015

Septiembre 9

Reina, Señora del mundo

Salve, oh Señora del mundo,
única sin iguales;
te rogamos que el Señor
sea aplacado por ti,
él, quien por nosotros
quiso encarnarse en ti
y ser cruelmente traspasado
en el leño de la cruz.

Salve, oh llena de gracia,
Señora de los ángeles,
consoladora de todos
y esperanza de los desgraciados.
Estás muy encumbrada
en el Reino de los cielos.
Te rogamos que borres
las manchas de nuestros pecados.

Salve, oh Madre de Jesús,
totalmente graciosa,
Virgen prudente y humilde
y toda virtuosa;
entre las hijas de Sión
eres deliciosa;
condúcenos a las gloriosas alegrías del cielo.

Amén.

martes, 8 de septiembre de 2015

Septiembre 8

María Reina y Puerta del cielo

Salve, oh Virgen,
esperanza de los pecadores,
Madre del eterno Rey,
de ellos rompe las cadenas
con tu oración,
oh Señora.

Salve, oh Virgen, no te demores,
apresúrate en abrirnos las puertas,
ordena que entremos contigo
en la gloria del cielo.

Salve, oh Virgen, amada de Dios,
sé nuestra Abogada,
tú, que eres llamada Estrella del mar
que conduce al cielo.

Septiembre 7

"Alégrate, oh Reina del cielo"

En ti la razón se asombra,
Virgen Madre, 
por quien la estirpe de Adán
está reconciliada.
Y tú, por divino dictamen santificada,
según el anuncio de Gabriel
eres elegida por Madre.

"Resucitó como había dicho,
¡aleluya!

Ruega por nosotros al Señor,
¡aleluya!".

No sometida a humanos contactos
y, sin embargo, embarazada,
incólume a todo vicio,
bien recibida por tu pureza,
maravillosamente exaltada
al palacio del cielo,
llévanos, oh Bienaventurada,
al regazo de la paz.


sábado, 5 de septiembre de 2015

Septiembre 6

Salve, Reina de los cielos

"Salve, Reina de los cielos,
salve, Señora de los ángeles,
sagrado retoño y puerta feliz,
de donde despuntó la luz del mundo".

Oh gloriosa, que disimulas los delitos de la gente,
melodía para las tristes multitudes,
eres el libro de la ley para el pobre,
el texto y el comentario:
rosa y prosa, Madre del Sumo Rey.

"Disfruta, Virgen gloriosa,
hermosa más que ninguna".
Salve, puerta de la esperanza,
perfumada como una rosa,
palmera, flor de las vírgenes,
paz del reo después de la tormenta,
eres ley con gracia: a los condenados
les traes la amnistía.

"Salve, oh bellísima".

Luz excelsa y virginal,
refulgente como la aurora,
que subes hacia el templo eterno,
ruega por nosotros,
para que la hora de la muerte
nada perverso encuentre entre nosotros.

"Ruega a Cristo por nosotros".


Septiembre 5

La excelencia de María

Grandísima y múltiple
es la excelencia de la vida
de la Santísima Virgen María.

Su persona y conversación
sobresalen por su profunda humildad,
por su inmensa caridad,
por su generosa misericordia y piedad con todos...

Oh venerable Virgen,
con justicia eres bendecida como nadie
por los eternos siglos.

Septiembre 4

La Madre de la misericordia

Yo soy la Madre de la misericordia,
colmada de amor y de dulzura,
soy la alegría especial de los santos,
porque soy buena.

Vengan a mí ustedes que me aman,
y en el seno de mis consuelos
se sentirán saciados,
porque soy buena.




Septiembre 3

Haznos dignos

Ave, Virgen gloriosa,
excelsa esposa de Dios,
loable, famosa y cara
a todos los humanos
por la flor de la castidad
con que venciste toda seducción
del imperio de Satán.

Haznos dignos de elevar
hasta ti el canto, y de apagar
los incendios de lujuria.

Decidida despreciaste
toda inútil vanidad,
buscando al Rey de reyes
con anhelo sublime,
por lo que con ello mereciste
alegrarte y adornarte
de inefables collares.

Haznos dignos...

En el fulgor de tus gemas
imitaste al casto Cordero,
para amar con fruición
al que, siendo todavía jovencita,
llevaste en ti con júbilo.

Haznos dignos...

De sus ansiados abrazos
el calor al fin recibiste, oh Reina;
sigue a tu amado Hijo
con las vírgenes sagradas,
cantando con dulzura.

Haznos dignos...

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Septiembre 2

Mira a la Estrella

Si surgen en contra de ti
los vientos de la tentación,
no temas tú:
recuerda y mira a la Estrella del mar,
invoca a María, Madre de Dios.

Si ella te sostiene, no caerás;
si ella te protege;
no te dañará el enemigo.

Mira a la Estrella del mar,
invoca a María...

martes, 1 de septiembre de 2015

Septiembre 1

María nuestra salvación

Vara de Jesé, que produces fruto y flor,
lámpara en el cielo resplandeciente
y benigna para todos,
haz que se vuelvan fervorosos con Dios
nuestros corazones tibios para el bien.

Tú fuiste lirio entre las espinas
y flor de los valles,
eres puerto que da alivio,
eres siempre remedio para el mal.

Apresúrate, oh Madre,
muestra la inmensa misericordia,
ofrécele al Hijo el pecho y el regazo,
y a nosotros impétranos perdón.

Agosto 31

La belleza de María

La he visto bella como una paloma
que subía sobre los espejos de las aguas,
y su inestimable perfume
fluía a raudales de sus vestes.

Como días de primavera
la ceñían pétalos de rosas
y lirios de los valles.

¿Quién es esta que sube del desierto
como nube de humo,
con aromas de mirra y de incienso?

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Como días de primavera
la ceñían pétalos de rosas
y lirios de los valles.

domingo, 30 de agosto de 2015

Agosto 30

Tierna jovencita

Cuán bella eres, tierna jovencita,
cuán delicada y exenta de mancha,
cuán poderosa y eterna Reina,
según atestiguan tus numerosos milagros.

Tú fuiste el vellón sobre la era,
Arca de la alianza, Torre de marfil,
sé tú nuestro escudo salvador,
grano puro sin cáscara.

Dignísima Hija de David,
Virgen la más bella entre las mujeres,
ciudad real y torre fortísima,
defiéndenos de la mala muerte.

sábado, 29 de agosto de 2015

Agosto 29

Gema de pudor

María, fidelísima guardiana
de su propio pudor,
como tórtola huía,
y en la soledad del corazón vivía
como en pequeño nido de candor.

Guiaba sus pensamientos
con santa meditación,
hacia la posesión de consumada virtud
y hacia los frutos de contemplación.

Así la dulcísima María
era amiga del sosiego,
gustaba de permanecer en casa
en vez de salir a la calle.
La muy humilde María
odiaba los tumultos,
huía de las aglomeraciones
para no sufrir detrimento
ni en su alma ni en su buen nombre.

Gema de pudor,
concédenos vivir así.

Agosto 28

Los dolores de la Virgen

Bajo la cruz se sienta, en llanto,
la Madre de Dios,
mientras acerca a Jesús hacia su casto regazo;
¡cómo llora al mirar el rostro
de su Hijo dilacerado!

Besa con sus piadosos labios
las rojas llagas de Jesús,
estrecha con ambos brazos
sus hombros y sus flancos.

Oh María, roja rosa,
blanco lirio,
dulce, pía, amorosa,
aplaca a tu Hijo.

Feliz, lo diste a luz
entre angelicales cantos;
ahora, desprendido de la cruz,
lo estrechas con dolidos brazos.
Alma piadosa,
compadece a Cristo y a su Madre,
si deseas gozar
con ellos en el cielo.

Jesús, Hijo de Dios, apiádate de mí
por las preces de tu devota Madre;
sálvame por tu cruz,
llévame contigo al cielo hacia la verdadera luz.

Tú, que al ladrón conpungido
prometiste el paraíso,
perdóname a mí, pecador,
redimido por tu sangre.

Hijas de Jerusalén,
vengan y vean;
conviértanse al Crucificado
y pónganse a llorar.

jueves, 27 de agosto de 2015

Agosto 27

La Navidad

Todo el mundo esté de fiesta
con alegría y corazón puro,
sin mancha y sin vicios,
porque es el día del Señor,
que ha nacido de la Virgen.

En el parto de María,
Madre pía,
que el pueblo se alegre 
y cada cual le rinda
las más sentidas loas.

Disfruta, hombre, en la tierra
con alborozo y entusiasmo,
dale gracias al Divino Hijo
porque por su auxilio
quedas limpio de la culpa.

Alabanza a ti, feliz Madre,
en cuyo regazo virginal,
nacido por obra del Paráclito,
sin intervención de varón,
el Supremo Creador del mundo
encuentra su descanso.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Agosto 26

María prefigurada

Ave Reina celestial,
admirablemente constituida emperatriz
por la Triple Majestad Divina.

El Rey de los ángeles y de los santos,
atraído e impresionado
por el perfume de tus virtudes,
descendió dentro de ti.

Tú, alabanza de Padres y Profetas,
tú, de muchas Escrituras
brillante comentario, y embrujo de los corazones
a causa de tu dulzura.

Puerta cerrada, jamás abierta,
atravesada y siempre clausurada:
te describió Ezequiel como te vio.

La zarza en llamas sin consumirse,
que fue admiración del profeta,
te cantó casta y parturienta.

Son figuras tuyas
la vara seca aunque florecida,
el vellocino de Gedeón bañado
en celestial rociada.

Por ti, Ester, a Mardoqueo
el justo judío salva al rey,
y ejecuta a Amán el reo
a causa de su delito.

Con la espada de Judit
abates la soberbia de Holofernes,
que amenaza con la ruina de Judá.

Por el supremo Rey coronada,
Madre clemente, dulce y cara,
sé nuestra Abogada, Virgen Pía.

Bendigamos y alabemos a Jesús,
que su Madre María
bendijo en Dios por la eternidad.

martes, 25 de agosto de 2015

Agosto 25

Poesía sobre la Bienaventurada Virgen

Ave bellísima Reina,
a quien por gracia divina
exaltó la Trinidad,
la que ni antes ni después 
hizo otra más grande.
En tu juventud, 
por tus probadas virtudes
el Rey de Reyes, sumo y eterno Dios,
te eligió como esposa.

Un ángel te invitó.
oh maravilla,
tanto le agradaste.
Y cuando dijo:"Llena de gracia",
como Virgen concebiste,
y Virgen permaneciste.

Y exclamaste: "Hágase en mí
según tu palabra".

Salud y alabanza de padres y profetas,
comentario de muchas Escrituras,
puerta atravesada y siempre clausurada
de Ezequiel.

Como la zarza que Moisés observó
encendida sin consumirse,
así das a luz al Emanuel,
Virgen que no conoces varón.

Como floreció la vara seca de Aarón
contrariando las leyes naturales,
como el vellocino de Gedeón
maravillosamente se empapó
de rocío celestial,
así en la salvaguarda del pudor,
en la ausencia de dolor
y de la intervención de varón
tú diste a luz, como atestigua Gabriel.

Salve Ester, por tu intermedio
el rey salvó a Mardoqueo,
matando a Amán el reo.
Tú, Judit, muestras la cabeza
cercenada de Holofernes,
que soberbio soñaba con dispersar
al pueblo de Judá.

Reina, madre del sabio Salomón
que gobierna en Sión,
a cuya diestra estás sentada
como nuestra Abogada,
Virgen clemente y pía,
protégenos, María. Amén.

domingo, 23 de agosto de 2015

Agosto 24

Capítulo VI

Cantos a María

Quién es María

María es el traslúcido vaso
del Espíritu Santo Paráclito,
la gloriosa ciudad de Dios,
la mujer de las virtudes
que aplastó a la viperina cabeza.

Más esplendorosa que el sol, 
más encantadora que la luna,
más rutilante que la aurora,
con más claridad que las estrellas.

A ella pecadores y devotos
acudimos, entre golpes de pecho,
diciendo:"Santa, Santa, Santa maría,
nuestra Señora clemente y pía,
haznos participar por tus ruegos
de la gloria del cielo".

Agosto 23

          11) Ahora te saludo, oh Virgen María; te saludo de rodillas y con intensa devoción, agradeciéndote con las manos juntas. Además, para que recibas y escuches mi fervorosa oración, te saludaré una vez más con aquel devoto homenaje: "Ave María, llena de gracia, el Señor es contigo, tú eres bendita entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesucristo. Amén".

sábado, 22 de agosto de 2015

Agosto 22

          10) Acepta, entonces, la oración que tu servidor recita ante ti, y mírame, misericordiosísima Madre de Jesús, amadísima Virgen María. Acuérdate siempre de mí, puesto que si yo alguna vez me olvido de ti, quedo por ellos muy apenado. No te olvides nunca de mí, tú que has generado la misericordia para todos.

Agosto 21

          9) Recibe luego al alma que se aleja de este destierro, e introdúcela a través de las puertas del cielo a los dichosos lugares del paraíso. Colócame junto a ti y habla en mi favor al Hijo tuyo, Rey de los siglos, con palabras buenas y suaves, tú que recibiste aquel saludo santo y bendito de la boca de Gabriel. Por su poder dígnate protegerme en vida y en la muerte, y haz que yo pueda manifestar a menudo, con reconocimiento y con devoto corazón, tu alabanza y la gloria de tu dulce y bendito nombre.

jueves, 20 de agosto de 2015

Agosto 20

          8) En este momento, protege a mi alma de los espíritus inmundos y espantosos, para que no se atrevan a acercarse; dígnate visitarla con tu dulce presencia, junto a la multitud de los ángeles y de los santos. Antes de que yo deje este mundo, comprométete también a aplacar con tus purísimos ruegos a tu divino Hijo, al que tantas veces y tan gravemente he ofendido con mis pecados.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Agosto 19

          7) Cuando llegue para mí el último día, que yo ignoro, y la hora de mi muerte, que tanto temo pero que no puedo eludir, tú, clementísima Señora, mi gran confianza en cualquier dificultad y sobre todo en la hora de la muerte, acuérdate de mí. Y asísteme cuando termine mi vida, confortando a mi alma azorada.

Agosto 18

          6) Además, oh María, gloriosísima Madre de Dios, desde este momento y hasta la última hora de mi vida, te ruego que no te canses nunca de mirarme con semblante sereno y propicio y también con dulcísimo afecto, y que jamás sientas fatiga de velar por mí. Ponme bajo tu protección y extiende tus santísimos brazos sobre mí, cualquiera sea el lugar adonde yo fuere.

lunes, 17 de agosto de 2015

Agosto 17

          5) En virtud de esa clemencia y generosidad, me refugio bajo tu amparo, donde los débiles adquieren fuerza y los presos obtienen libertad. Sé para mi corazón Madre buena y misericordiosa, para que pueda experimentar con felicidad que eres la consoladora de todos y el aliciente de los que te sirven.

domingo, 16 de agosto de 2015

Agosto 16

            4) Por tu clemencia y por tu dulzura, siento aún surgir en mí la grande y fuerte esperanza de poder impetrar cuanto antes la gracia y el pleno perdón, merced a tu intervención y a tu mediación. ¿Y qué otra cosa podría desear de tu parte, misericordiosísima Madre y dulcísima Virgen, fuera de sentirme perdonado de todos los pecados con amor y misericordia?

Agosto 15

          3) Madre excelsa, demasiado sé que no soy digno de alzar mis impuros ojos, a menudo manchados por la concupiscencia de la carne y por la soberbia de la vida, hacia tu limpidísimo rostro, radiante de luz divina, admirado por toda la milicia celestial. En todo tú luces espléndida, ornada maravillosamente de cándidos velos y rosas rojas y florecillas de oro. Por eso quedo confundido por mi impureza, pensando tristemente en mi indignidad.

viernes, 14 de agosto de 2015

Agosto 14

           2) Tú lo has merecido, dignísima Madre de Dios, porque fuiste hallada la más humilde entre las hijas de Jerusalén y fuiste agradable a los ojos del Señor, Virgen estimadísima, dado que no se encontró en la tierra ninguna semejante a ti. Por lo tanto, me inclino una vez más ante tus pies, deseando saludarte y alabarte como es debido con labios devotos y corazón puro.

Agosto 13

 Capítulo V

Oración a la bienaventurada Virgen
para la hora de la muerte

           1) Amabilísima Madre de Dios, siempre Virgen María, rica más allá de todo límite de una dulzura tan conspicua, que la mente humana no puede comprender ni expresar, yo, humilde servidor tuyo, me inclino sumisamente y con todo el afecto del corazón delante de tu gloriosísimo trono, ensalzado por todos los coros angelicales en el Reino de los cielos.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Agosto 12

        10) Lo que advierto de hermoso y atractivo en las criaturas, lo que admiro de grande y de virtuoso en los santos, todo ello deseo compararlo con tu excelsa grandeza, porque es justo, como asimismo para todas las otras criaturas junto a mí, que lo transfiera en perpetua alabanza a ti, a quien he elegido como mi singular Madre y también fidelísima Abogada, a fin de merecer, después de esta vida, la gloria de tu bendito Hijo Jesucristo. Amén.

martes, 11 de agosto de 2015

Agosto 11

           9) ¡Oh dulcísimo nombre de María, nombre de salvación y de gracia, que debe ser siempre recordado, pensado, pronunciado y venerado! Nombre celestial y verdaderamente angélico, que de la boca del evangelista ha sido piadosamente revelado a los fieles:" Y su nombre es María" (Lc 1, 27). Oh María, santísima y dignísima de toda alabanza, tú eres la puerta del cielo, el templo de Dios, el sagrario del Espíritu Santo.

Agosto 10

           8) Suba a ti, entonces, mi pobre oración, oh nobilísima Señora, y pueda remontarse hasta tus oídos mi clamor, para que te dignes patrocinar mi causa ante tu Hijo, ya que, de por sí, nadie puede constar como justo por su propio juicio.
        Oh clementísma Señora, por el inmenso amor y la profunda confianza que siento por ti, te he manifestado mis necesidades y te las manifestaré todavía. Experimento efectivamente que dimana de ti un gran poder, y el recuerdo de tu nombre será siempre el aliciente de mi alma.

domingo, 9 de agosto de 2015

Agosto 9

           7) ¡Qué bella y amable eres, mi Señora, Santa María, llena de toda gracia! Si alguien pudiese contar las estrellas del cielo, podría también enumerar tus virtudes, ya que así como son distantes los cielos de la tierra, igualmente dista tu vida de la vida de los hombres, y la brillantéz de tu gloria resplandece muy por encima de los coros angelicales.

Agosto 8

          6) Hoy me entrego confiadamente a ti, y deseo que esto sea confirmado para siempre por tu medio. Para vencer mi debilidad, basta con mantenerme en estrecha unión contigo. Por eso me alegraré y me consolaré profundamente en ti, y cantaré con júbilo las alabanzas de tu santo nombre.

viernes, 7 de agosto de 2015

Agosto 7

         5) Por lo mismo, no quiero llamar "madre" a ninguna otra en la tierra. Me rehúso a tener otra fuera de ti, Madre de Dios. No hay otra que pueda compararse contigo, por virtud, por belleza, por caridad y mansedumbre, por piedad y dulzura, por fidelidad y consuelo maternal, por misericordia y por tantos gestos de compasión.

jueves, 6 de agosto de 2015

Agosto 6

          4) Pero, ¿quién ayudará a mi corazón a escucharla siempre? ¡Qué dulces son tus palabras! Habla, Señora mía, al corazón de tu servidor, pues tu servidor te escucha. Yo soy servidor tuyo y servidor de tu Hijo. Pero digo más: tú eres mi Madre y Jesús es mi hermano. Me atrevo a añadir esto, porque tú lo has engendrado no sólo para ti, sino para todo el mundo.

miércoles, 5 de agosto de 2015

Agosto 5

          3) Si tú, mi muy gloriosa Señora, estuvieras conmigo, ¿quién podría estar en contra de mí? Y si me concedieras la gracia, ¿quién podría rechazarme? Abre ampliamente tus brazos hacia mí, en este momento, y en ellos encontraré refugio. Di a mi alma: "Yo soy tu Abogada, no temas. Como una madre consuela a su hijo, así yo te consolaré". Esta es tu voz, dulce María.

martes, 4 de agosto de 2015

Agosto 4

          Oh María, dulce y querida Madre: eres la fulgidísima Estrella del mar, que consuelas a los que te miran y te invocan, y nos conduces con rapidez al puerto de serenidad. Por lo tanto, hoy me dirijo a ti, y te suplico que me ayudes, puesto que todo lo que pidieras, lo obtendrás fácilmente de tu Hijo.

Agosto 3

Capítulo IV

Oración a la Bienaventurada Virgen María
cuando surge una tribulación

          1) Ave María, llena de gracia, el Señor es contigo, Virgen serena. Ave, particular esperanza de los necesitados. Ave, Madre benigna de los huérfanos. Oh María, cuando están cerradas todas las puertas del cielo y se me niega el acercarme a Dios a causa de mis pecados; cuando el buen ánimo y la fuerza de la mente me abandonan, y en nada puedo ya encontrar ayuda; cuando el tedio de la vida presente y la ansiedad del corazón me fuerzan de tal modo que ya nada me agrada en este mundo; cuando desaparece el estímulo del consuelo celestial y me oprime la agobiante desolación; cuando surgen los vientos de las tentaciones y se levantan los movimientos de las pasiones; cuando sobrevienen una imprevista enfermedad u otras adversidades; cuando todos estos hechos se vuelcan sobre mí, ¿adónde huiré y a quién me dirigiré fuera de ti, benignísima Consoladora de los pobres? ¿A quién pediré ayuda para llegar al puerto de la salvación, sino a la fulgidísima Estrella del mar, siempre esplendorosa, que no oculta jamás la gracia de su luz?


domingo, 2 de agosto de 2015

Agosto 2

          10) "He aquí a tu Madre". Abraza, pues, alma mía, esta recomendación. Abraza a la dulcísima María, abraza a la Madre de Dios con su Niño Jesús, el más hermoso entre los hombres; agradécele siempre, porque es ella quien escucha las oraciones de los pobres y no permite que se marche sin consuelo ninguno de los que delante de ella vio rezar con perseverancia. Esta es la Virgen María, Madre de Dios, la mística vara que, brotada de estirpe real, alumbró al almendro de la flor divina, Jesucristo, Rey y Salvador de todos, al que debemos tributar honor y gloria por los siglos.

sábado, 1 de agosto de 2015

Agosto 1

          9) Que penetre, que penetre esta voz amiga en los oídos de mi corazón; y que a través de las suaves palabras de tu boca se me transmita al mismo tiempo algún consuelo sobrenatural del Espíritu Santo. Asuma mi corazón nueva confianza; aléjese el temor; no me turbe después la ambigüedad; no me atormente la desesperación con sus diversas tentaciones, pero fortalézcanme las palabras que he rogado escuchar de ti y confiarlas con más atención a mi corazón.

Julio 31

          8) Qué deseable, qué importante y qué gozoso será para mí escuchar las palabras de la Madre de mi Señor Jesucristo. ¿Cuáles palabras? Palabras benignas, muy dulces y amistosas, como las que oyó el apóstol Juan de boca de su amado Maestro, tu Hijo, al decir: "Aquí tienes a tu Madre". Él lo oyó decir de labios de su Señor, pero yo deseo escucharlo de los tuyos, Señora mía, en mi espíritu y en mi mente devota. Dime, entonces: "Aquí tienes a tu Madre; heme aquí, soy yo". Que, al sonido de tu dulcísima voz, mi alma se conforte y se regocije en tu presencia, como suele regocijarse un hijo que ha encontrado a su madre.

jueves, 30 de julio de 2015

Julio 30

          7) Carísima María, ven con tu dulce presencia a visitar mi corazón en sus tribulaciones, ya que sabes tan bien mitigar sus dolores y reconducirlos a una atmósfera de paz. Ven, piadosísima Señora, con una nueva gracia de Cristo, y con tu santa diestra levanta a tu servidor. Ven, elegida Madre de Dios, y muéstrame la bien conocida amplitud de tu misericordia, ya que, como lo ves, me encuentro mal parado; pero no me he olvidado ni me olvidaré jamás de ti. Ven, pues; ven mi esperanza y mi dicha, Virgen María, porque si tú vienes y me hablas, vendrán a mí todos los bienes; y en cambio, todos los males se mantendrán alejados.

Julio 29

          6) No pido cosas difíciles o imposibles, sino sólo esta: dime una palabra de íntimo aliento, que me dé gozo y alegría. Acudo a ti en la necesidad; recíbeme, pues, con rostro benigno. Tu servidor sabrá que ha hallado gracia ante ti, si le concedes algo amorosamente. Esto es, si no te demoras mucho en otorgarle el consuelo que implora de ti.

martes, 28 de julio de 2015

Julio 28

          5) Por eso, muy amada María, rica y generosa en dones, admirablemente suave en tus expresiones de gracia, confórtame con tus amonestaciones, tú, en cuyo seno virginal habitó la Suma Sabiduría, el Espíritu Santo desde el principio te consagró, el ángel te custodió, el arcángel te instruyó y el poder del Altísimo te cubrió con su sombra. Di solamente una palabra y mi alma será consolada.

Julio 27

         4) Oh Madre tan benigna, presta oídos a mis plegarias; ofréceme, oh Virgen, tu jarro y dame un poco a beber. De la sobreabundancia de gracia que hay en ti hasta rebasar, derrama sobre mí un pequeño consuelo. Me es muy necesario en este momento y siempre viene bien, ni me desagradaría aunque fuese pequeño, puesto que una sola gota, escurrida de tu rostro a mis labios, es tan eficaz e importante que, en comparación, es vil e inútil cualquier elemento agradable de esta vida.

domingo, 26 de julio de 2015

Julio 26

         3) Yo acudo a ti con mucha frecuencia y con gran esperanza, para merecer siempre ser favorecido por tu auxilio y reanimado por el aliento de tus palabras, tanto si los asuntos me marchan bien como si me marchan mal. Si tú nos ofreces tus consuelos, ¿qué tristeza puede tener lugar en el corazón?, ¿cómo el enemigo podría dañar al que siempre puede recurrir a ti?

sábado, 25 de julio de 2015

Julio 25

          2) No me aparto, ni te dejo. Permaneceré siempre a tu lado, hasta que te compadezcas de mí. Conozco tu incomparable dulzura y el maternal afecto de tu corazón, tan ardoroso por la abundancia del divino amor, que resulta inconcebible el temor de que llegue a faltar tu consuelo.

Julio 24

 Capítulo III

Oración a la Bienaventurada Virgen 
para obtener consuelo

          1) El hijo. Misericordiosísima María, Madre de Dios, recibe a tu siervo que se dirige a ti en cada tribulación. Purísima Virgen, recíbeme como al único que no tiene quien lo consuele. Oh Señora mía, fíjate en mi aflicción y ábreme el seno de tu misericordia. Heme aquí: yo llamo, grito, pido y adoro.

jueves, 23 de julio de 2015

Julio 23

          4) Te ruego, además, que tu crucifixión esté en el centro de mi reflexión, que mi estímulo sea el dolor de tu Madre, y mi intercesión el llanto de san Juan. Te ruego que la imagen desgarradora de tu muerte no permanezca sin producirme una profunda com-pasión del corazón. Haz de modo tal que, cuando recuerde tu pasión, o vea un crucifijo, sienta dentro de mí lo que les permitiste sentir a muchos devotos, tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Julio 22

          3) Como de ti proviene todo don, acepta en tu honor este deseo mío: que a partir de este momento y para siempre en mí se encienda, crezca y sea cada vez más profundamente sensible la memoria de tu santísima pasión, como también el recuerdo particular de tu gloriosa Madre, junto con tu predilecto discípulo y su custodio Juan; pero acepta igualmente el deseo de que mi vida sea mejor.

Julio 21

          2) Dulcísimo Jesús, ruego por la abundancia de tu misericordia que me concedas compadecerme de todo corazón de tus penas y también de los dolores de tu Santísima Madre, y derramar abundantes lágrimas al pie de la cruz junto con tu predilecto discípulo Juan, su fidelísimo custodio. Ten por cierto que para mí sería un alivio si, frente a la imagen de tu cruz, pudiese derramar lágrimas incluso exteriormente a causa de la intensidad de mi compasión por ti, que derramaste toda tu preciosa sangre por mí.

lunes, 20 de julio de 2015

Julio 20

Capítulo II

Oración ante los sufrimientos de Cristo y de su Madre.

          1) El hijo. Doblo las rodillas ante ti, Señor Jesucristo, a quien contemplo suspendido en la cruz por mi. Te saludo, venerable imagen de mi Señor Jesucristo crucificado, por cuya sangre fui rescatado de manos del enemigo. Te agradezco, Salvador del mundo, que por mí hayas afrontado esta dolorosísima muerte.

Julio 19

          6) Que todo el género humano te alabe, glorifique, venere en sumo grado y te ame íntimamente con máximo júbilo del corazón y con purísimo afecto, a ti, la más bella Reina de todas las vírgenes, oh siempre Virgen María, constituida como medianera de todo el mundo. Y que toda criatura del cielo y de la tierra, que Dios creó para alabanza y gloria de su altísimo nombre, eleve hasta ti, en acción de gracias, las más dulces melodías.

Julio18

          5) Estrella luminosísima que brillas en el cielo; Reina de la Gloria, Señora del mundo, ninguna virgen llena de celestial virtud puede parangonarse con tu virginal belleza dado que, después de tu único Hijo Jesús, eres la primera entre todos los santos y santas, como asimismo la más noble criatura que Dios Padre previó antes de todos los siglos y creó en la plenitud de los tiempos, para que fueses la Madre Virgen de tu unigénito Hijo, dado a luz con estupendo gozo, inefable y eterno milagro, para la salvación de todos los creyentes.

domingo, 19 de julio de 2015

Julio 16

         3) Si así no fuera, ¿cómo podría infundirse en los miserables y en los pecadores una dulzura tan intensa en el consuelo, y cómo podría comunicarse tanta esperanza de perdón? Por otra parte, tu no podrías ser menos, ya que llevaste en tu seno durante nueve meses a Jesucristo, fuente de infinita bondad.

Julio 17

      Tu eres la honra del cielo, el gozo y la dicha de todos los santos, la almohada revestida de oro del Santo de los santos, el alborozo y la expectación de los Padres antiguos. Por tu intermedio, Madre bendita y Virgen elegida de singular manera, a los que piden la misericordia divina se les promete y concede el perdón de los pecados, la gloria de los hijos de Dios y la bienaventuranza en el Reino de los cielos.     

miércoles, 15 de julio de 2015

Julio 15

          2) Virgen María, rosa de oro, toda suave y bella, ruego que lleguen a ti mis oraciones, que elevo con insistencia. Por medio de ellas yo golpeo a la puerta de tu morada en la casa del Señor, confiado en tu generosa misericordia ahora y en cualquier momento de tribulación, porque eres Madre de la misericordia y a través de ti el pecador alcanza las más grande esperanza de perdón. Pero tu bondad y tu piedad son mayores de lo que nosotros podemos pensar en la tierra, puesto que estás más allá de toda alabanza y de la gloria de los santos, e incluso superas a los ángeles en dulzura y mansedumbre, Virgen Bienaventurada y Venerable Señora.

Julio 14

Libro cuarto

ROGAR Y CANTAR A MARÍA

Capítulo 1

Oración para el amor y la alabanza de
la Bienaventurada Virgen María

          1) El hijo. Te ruego, benignísima Madre de Dios, Virgen María, que te dignes manifestarme ahora y por siempre a mí, tu pobre y débil servidor, tu misericordia y tu suavísima caridad, de las que estuviste colmada, y que me inocules en lo más profundo del corazón la dulzura que atesoras en el pecho y guardas escondida en tu sagrado seno, para que yo pueda amar con pureza e integridad de sentimiento, y alabarte con gran devoción y por encima de todas las cosas a ti, bendita Madre, y a tu Hijo unigénito y Señor nuestro Jesucristo. Con lo cual yo recibiría un gran beneficio, porque durante todos los días de mi vida en la tierra serviría con amor y fervor de espíritu a ti y a tu único Hijo.

lunes, 13 de julio de 2015

Julio 13

          6) Feliz el peregrino que no pide quedarse en este mundo, pero desea desatarse y estar con Cristo en el cielo. Feliz el pobre y mendigo que cada día extiende la mano, para recibir el pan del cielo, y que, mientras no reciba por lo menos una migaja, no cesa de suplicar humildemente delante de la mesa de Dios. Dichoso el que es invitado a la cena del Cordero y recibe su sacramento, mientras no llegue al supremo convite. En efecto, cada vez que alguien comulga con devoción o un sacerdote celebra con recogimiento en honor de Dios, espiritualmente comen y beben con Jesús bendito y con su Madre. Quien obra así es discípulo de Jesús, íntimo de la bienaventurada Virgen María, compañero de los ángeles, conciudadano de los apóstoles, familiar de Dios, pariente de los santos y amigo del cielo. Él huye del bochinche y de las chácharas, medita las palabras de Jesús y controla con diligencia su corazón junto con los demás sentidos, para no ofender a Jesús, a María y a los otros santos.

domingo, 12 de julio de 2015

Julio 12

          5) No abandones a Jesús, si deseas vivir y gozar por siempre con Jesús y María. Camina bien y con seguridad quien lleva en el corazón a Jesús y a María; los tiene siempre en los labios y los bendice; los llama con la voz y siente cómo se regocija su propio corazón; los invoca con la mirada, suspira con el semblante, los aplaca con besos, los abraza y los suplica de rodillas. Dichoso el que invoca a menudo y saluda con devoción a Jesús y a María, el que los recuerda con cariño, los honra y canta festivamente en su honor. ¡Qué dulce es Jesús y qué dulce es María, su amada y santa Madre! Feliz el peregrino que, en todo lugar y en todo tiempo de su exilio en el cuerpo, se acuerda de la patria celestial, donde Jesús y María gozan con todos sus ángeles y santos en la más grande alegría y en la gloria eterna.

sábado, 11 de julio de 2015

Julio 11

          4) Esta santa invocación: "Jesús y María", es breve para decir y para recordar, pero también es dulce para meditar. Es eficaz protección, custodia fiel, amiga en el camino, dulce consuelo, auxilio poderoso, prudencia y perseverancia en el recto camino hacia la vida eterna, para todo débil peregrino que desprecie las mundanidades; ella posee la fuerza de los mejores y más aguerridos combatientes que están al servicio de los reyes y de los príncipes de este mundo, y también de los santos del cielo y de la tierra. Ella une en el fervor espiritual a todos los ciudadanos del cielo, que siguen con todo respeto a Jesucristo y a María Santísima, su amada Madre, incomparablemente digna de toda alabanza y de todo honor de parte de cada cual. Por lo tanto, el que cuenta con Jesús y con María como compañeros en el camino de esta vida, los tendrá como afectuosos abogados en la hora de la muerte.

viernes, 10 de julio de 2015

Julio 10

          3) Que Jesús y María estén siempre conmigo en el camino, en todo lugar y en todo momento, como buenos guardianes, para no correr peligro de equivocarme por senderos peligrosos y para que no me distraigan tantos fantasmas interiores y exteriores.

Julio 9

           2) Por lo tanto, cualquiera sea el sitio al que te dirijas, cualquiera el lugar en que camines o te detengas o te establezcas, invoca a Jesús y a María, su dulce Madre, repitiendo con amor esta santa invocación: "Señor, mi Dios, dirige mi camino delante de ti", y añadiendo esta otra semejante: "Oh buen Jesús, haz que sean firmes mis pasos a lo largo de tus caminos, a fin de que no se alejen para mirar las vanidades o para discurrir acerca de temas ociosos y nocivos para mi alma". Repite esta dulce invocación incluso cuando te dispones a tomar tu alimento, y tenla siempre al alcance de tu mano, como un bastón en que apoyarte, reiterándola a menudo con devoción.

miércoles, 8 de julio de 2015

Julio 8

Capítulo VII

Invocación de los santos nombres de Jesús 
y de la Bienaventurada Virgen. 

           1) Señor Jesucristo, tus caminos son hermosos y seguros para recorrerlos con rectitud y perfección; todos tus caminos son pacíficos y santos para conducir hacia tu Reino celestial a todos tus fieles y los humildes de corazón.         

martes, 7 de julio de 2015

Julio 7

             6) El hijo. Amadísima María, yo sé que soy muy impuro y del todo indigno de ver a tu Hijo. Pero no puedo en absoluto permanecer callado, porque me siento impulsado por la gran inclinación a manifestar mi deseo. Yo sé que a Jesús le agrada ser rogado, y también sé que a ti te agrada ayudar al que ruega: por eso, no puedo fácilmente dejar de rogar...

lunes, 6 de julio de 2015

Julio 6

            5) La Madre. Si quieres ver a Jesús, debes tener ojos puros y límpidos; debes comportarte con devoción y humildad en todas tus cosas; debes renunciar a todas las realidades terrenales y despreciarte a ti mismo.

domingo, 5 de julio de 2015

Julio 5

          4) Muéstrame, pues, a Jesús, y ya no necesito ver ninguna otra cosa. No pido ni deseo otro aliciente fuera de Jesús, tu Hijo, mi refugio particular, tu único gozo. Oh mi Señora, Santa María, ardo en deseos de ver a Jesús, a quien tú amas antes de todo y por encima de las demás cosas. Mi corazón desea a Jesús, mi afecto invoca a Jesús.

Julio 4

      Mi alma desea ver a Jesús, porque sé que él es mi bien. Muéstrame el tesoro escondido que reservadamente guardas junto a ti. Yo creo que Jesús es el Hijo unigénito de Dios y el primogénito de tu fecunda virginidad. Confieso que es mi Dios, mi Creador y Redentor, que nació por mi salvación. A él le ruego, por tu medio, poderlo ver y adorar con reverencia. Tú lo envolviste en pañales, por lo cual no es fácil para los extraños verlo y reconocerlo. Por eso, ¿quién podría observarlo, si tú no te dignaras mostrarlo? En efecto, sólo por tu medio tenemos acceso al Hijo y por medio del Hijo al Padre.

viernes, 3 de julio de 2015

Julio 3

         2) Que te alaben el cielo y la tierra, que toda su belleza te exprese su agradecimiento. Que mi alma te alabe, carísima Señora, que lo más íntimo de mi ser se regocije por completo delante de ti con suma reverencia. La lengua no es capaz de cantar tus alabanzas, ni la mente de meditar tus grandezas. Por eso, me arrodillo humildemente ante ti, oh María, Gran Madre de Dios. Acoge mis plegarias y escucha con maternal afecto los deseos de mi corazón.

jueves, 2 de julio de 2015

Julio 2

Capítulo VI

María nos muestra a su Hijo Jesús

          1) El Hijo. Regocíjate hoy, Santa María, porque das a luz los gozos de la nueva alianza; regocíjate, Madre Intacta, porque continúa tu virginidad florecida de gloria; regocíjate, Madre Virgen, porque fuiste preservada de la maldición y del oprobio de las mujeres. Puedes con justicia regocijarte en Jesús, tu Salvador, porque le brindas calor en tu seno y depositas con tus manos en el pesebre a aquel que los cielos no pueden contener. Con justicia adoras al que nació de ti en el tiempo, pero que -como bien sabes-, por encima de ti tiene a Dios como Padre. Con justicia le proporcionas los cuidados maternos, y dado que por su gracia llegaste a ser tan sublime y celestial, tu espíritu se regocija por encima de todas las cosas.

miércoles, 1 de julio de 2015

Julio 1

             11) El mismo Jesús entró en esa fortaleza, asumiendo de ella los sagrados miembros de su cuerpo, con el fin de vencer al príncipe de las tinieblas. Tú también, entonces, entra para refugiarte a la sombra de esta fortaleza, rogando día y noche ser salvado, por los méritos de la Santísima Virgen, de todos los males que te amenazan, manteniéndote a buen seguro bajo el amplio manto de nuestra Señora, ya que, cuando María ruega, desaparece toda horda maligna. Si María te ayuda, te salvarás de todo peligro. En ella encuentra refugio el pobre; halla remedio el enfermo; encuentra consuelo el aflijido; recibe consejos el vacilante; encuentra energía el descorazonado. Será un bien, mejor dicho, un gran bien para ti, si lo merecieras y si fueras propenso y dócil a los deseos de María, porque recibirás sus favores aquí en la tierra y la gloria con todos los elegidos en el cielo. Estréchate a María y no la sueltes, hasta que te haya conducido con su feliz orientación a la mansión del cielo. Amén.

martes, 30 de junio de 2015

Junio 30

                  10) Lamentablemente, después de haber gustado por breve tiempo los divinos consuelos, la debilidad de la carne te empuja una vez más a bajar a este valle de lágrimas. Pero entonces tienes que recurrir con todas tus fuerzas a la Madre de las abundantes misericordias, para que sugiera a su Hijo compasivo que tú no tienes más vino y necesitas el sagrado ungüento de la devoción para poder alabarlo dignamente. Es él, en efecto, el que toma a su cuidado a los pobres, a los que desprecian el mundo y a los que en el mundo son despreciados a causa de Jesús y del evangelio del Reino. Por lo cual es muy útil saber dónde encontrar refugio contra el enemigo, al reparo de los agudos dardos, y dónde refugiarse del frío y de las tempestuosas tribulaciones. No hay lugar donde refugiarse más seguro que en el regazo de María, ni cabalgadura más veloz para huir de las manos del tentador que una oración dirigida con fe a la fortaleza de María, nuestra Reina.

Junio 29

                    9) Sé reconocido a los beneficios que Dios gratuitamente ha concedido a todo el género humano por medio de su Santísima Madre, y tribútale a ella continuamente gratitud y honor, puesto que, si la ley natural ordena tener respeto y amor por los progenitores carnales, mucho más los hijos de la Iglesia deben sentirse agradecidos y obligados respecto de su Madre espiritual, y amar a la Madre de Dios más que a todos los parientes y allegados. Es necesario que aprendas a elevarte hacia Dios con María por medio de alabanzas y plegarias. Es necesario que te apoyes confiadamente en su patrocinio, sin creerte seguro con tus fuerzas, para que tu mente, agobiada por las pasiones, no quede enredada en las bajezas, sino que, enardecida cada día por nuevos deseos, pueda tender libremente hacia lo alto, donde reina felizmente con Jesús, Rey de los ángeles, la dulce Virgen María, gloriosa Reina del cielo.

domingo, 28 de junio de 2015

Junio 28

           8) Ruega por tus amigos y benefactores; ruega también por tus detractores, para que a los buenos se les conceda una gracia adecuada, a los enemigos un juicio con equidad, a todos la paz y la misericordia de Cristo. Ruega con el fin de que todos los hombres, por los cuales Dios realizó tantas maravillas y se rebajó, sometiéndose humildemente a María y a José, lo amen, practiquen sus mandamientos y den gloria a su Creador.

Junio 27

          7) Después de haber escuchado el elogio de sus alabanzas, imita tú también a la Madre de Dios, para que puedas merecer el formar parte del número de sus devotos. Esfuérzate por seguir cuidadosamente a María Santísima en sus celebradas virtudes, y conseguirás la palma de la gloria celestial. Entristécete mucho por tus pasadas negligencias y por los defectos aún no vencidos, con los que has ofendido a Dios y a todas las criaturas. Obraste mal en esta tierra y te portaste con tibieza en el servicio de Cristo, por lo cual debes llorar ante todo a causa de ti mismo y luego, por caridad, a causa del prójimo. Por lo tanto, compadécete de aquellos que en los peligros se comportan mal y no lo advierten. Muchos, aun reconociendo sus propias maldades, no se enmiendan. Por estos es necesario afligirse y rezar, para que Dios les conceda el espíritu de compunción para poder salvarse.

Junio 26

           6) Una vida alejada del bullicio del mundo y de los malos deseos siente una sed constante y siempre más intensa de que se le introduzca en los coros de los ángeles, se eleva por encima de las realidades presentes y arde en deseos de gozar de la Suma Trinidad en la eterna gloria. Gloria que ningún santo en esta vida saboreó anticipadamente con mayor intensidad que la bendita y gloriosa Virgen María, constituida como medianera más eficaz que todos aquellos que contemplan y bendicen a Dios.

viernes, 26 de junio de 2015

Junio 25

            5) Nadie puede expresar el gozo de María, nadie está en condiciones de comprender la abundancia de su dulzura y la grandeza de su consuelo, porque donde más sobreabunda la gracia, más sobreabundan la alegría y el consuelo, y también Dios con mayor frecuencia suele efectuar sus visitas. De lo cual se sigue que siempre más fervorosamente aumenta el amor por la alabanza de Dios y se renueva toda la vida interior del hombre. Por lo tanto, la gracia celestial no permite que un cristiano, que ama a Dios sobre todas las cosas, viva sin consuelo interior, sino que lo eleva de continuo a los bienes celestiales y lo ilumina sabiamente acerca de lo que conviene hacer. Lo enardece en las santas meditaciones y lo impulsa al agradecimiento, puesto que cuanto más grande es la gracia y más pura la vida, tanto más jubilosa es la conciencia y más devota la plegaria.

Junio 24

            4) Si quieres conocer más a fondo cuáles y cuántos sufrimientos aguantó María en la persecución y en la pasión de su amado Hijo, sabrás que bebió hasta la última gota el cáliz de tantos amargos pesares como los que bebió Jesús en cada instante de su vida y a causa de todas heridas infligidas a su cuerpo. Efectivamente, ¿cuándo Jesús tuvo que sufrir de parte de los hombres contrariedad y desprecio, sin que también ella los sufriese por compasión? Si ella sufrió, cuando perdió a Jesús sólo por algún día, ¿cuánto no habrá llorado al verlo crucificado y luego muerto? Los que aman a Jesús saben bien que el afecto maternal de María superó en el sufrimiento al de todas las almas piadosas. Por lo cual, si quieres conocer la violencia del dolor en la Madre, piensa en la vehemencia del amor en la Virgen.

jueves, 25 de junio de 2015

Junio 23

          3) La Virgen Bienaventurada sufrió muchísimo por los errores del mundo y por la perversidad de tanta gente; se compadeció de los que estaban verdaderamente arrepentidos o duramente tentados. Se afligió por la enorme ingratitud de los hombres, para quienes Dios Padre, había mandado a su Hijo unigénito, encarnado por amor, a fin de que reconquistaran el paraíso, que un día habían perdido por el pecado de Adán. Se apesadumbró por la condenación de los malos, que, despreciando la palabra de Dios preferían el mundo antes que el cielo, y perseguían las falaces riquezas en vez de las auténticas virtudes. Sufrió por la persecución de los inocentes y la violencia de los malvados, por el desprecio de los pobres y la altanería de los soberbios, por el descuido del culto divino y la transgresión de los mandamientos de Dios. Y constituía para ella motivo de profundo padecimiento el hecho de que el mundo entero estuviese sumergido en el mal y fuesen pocos los dispuestos a recibir la luz eterna, encendida en el mundo por medio de ella, Madre de inmensa piedad. Tuvo para con todos grandísima paciencia y llevó una vida repleta de sufrimientos, al mismo tiempo que rogaba con lágrimas y sollozos por la salvación de las almas.

Junio 22

          2) Ama a María, entonces, y recibirás una gracia especial; invoca a María, y obtendrás victoria; honra a María, y conseguirás la eterna recompensa. Acarrea dos beneficios especiales el vivir con ella: enseña a agradecer a Dios desde lo profundo del corazón, cuando las cosas andan bien; y a soportarlas con paciencia, cuando andan mal. Ella fue la primera en agradecer continuamente y con todas sus fuerzas a Dios, por los beneficios que recibió de él más que todos los otros; y se portó siempre con mansedumbre en todos los sufrimientos de este mundo, prefiriendo constantemente las cosas más humildes a las que connotan jactancia. No vivió un solo día sin dolores y, sin embargo, en medio de las angustias, nunca careció de gran consuelo, porque toda tribulación abrazada por Cristo produce dulzura y alegría, y con cuanta mayor frecuencia uno es tomado como blanco y herido por el mal, tanto más merece ser ayudado.

lunes, 22 de junio de 2015

Junio 21

Capítulo V

Dolores y consuelos de María.

            1) Debes meditar con gran tesón los ejemplos de la amable Virgen María, la que, como exquisita mirra, produjo perfumados frutos de paciencia, y fue henchida de manera suavísima, en sobreabundante medida, de consoladoras dulzuras divinas. También tú encontrarás grandísimos consuelos, si llevas en el corazón el nombre de María. Mientras estés bien con ella, sacarás muchas ventajas, porque su amor expulsa todo ardor de la concupiscencia carnal, da el alivio de la castidad; induce a despreciar el mundo; hace servir a Cristo en la humildad; ahuyenta a toda mala compañía y educa para una vida casta y religiosa.

Junio 20

            8) Por eso, cualquier fiel y devoto, que desea evitar los naufragios del mundo y alcanzar el puerto de la salvación eterna, tiene que refugiarse en María, nuestra Señora, cuya inconmensurable bondad es experimentada de modo particular y con mayor fuerza por los desgraciados. Por lo mismo, es justo esperar de ella incluso los más grandes dones. En realidad, la misericordia creció en ella desde la infancia. Y, por cierto, no la abandonó cuando subió al cielo; antes bien, la colmó de sí con mayor abundancia y suavidad. Por lo cual no podrá jamás olvidar a sus pobrecitos. Aunque sea la más grande de todos y se encuentre inmersa en gozos que la hacen tan feliz, no se olvida jamás de su humildad, por la que mereció ser enaltecida por encima de los demás. Ella sabe inclinarse aun hacia los más pequeños entre sus servidores y es feliz de que se la considere abogada de los desgraciados y se la invoque como Madre de los huérfanos. Amén.

Junio 19

           7) Por consiguiente, el nombre de María ha de ser venerado y amado por todos los fieles, preferido por los religiosos, recomendado por los laicos, inculcado a los pecadores, sugerido a los enfermos e invocado por todos en los peligros, puesto que María es la más cercana a Dios y la más cara a su bendito Hijo Jesús. Es, por lo tanto, omnipotente por gracia para interceder a favor de los desgraciados hijos de Adán, a fin de que el Señor pueda perdonarles las culpas y socorrerlos en las ocasiones de riesgo. Si la ocasión se presenta, María no dejará por cierto de pronunciar una buena palabra al oído de su Hijo y de implorar misericordia por los necesitados. Y, en toda causa confiada a ella, es inmediatamente escuchada por su singular dignidad, dado que su amoroso Hijo Jesús, autor de la salvación del género humano, la honra no negándole nada.

domingo, 21 de junio de 2015

Junio 18

           6) Cuenta con numerosos aliados y la obedecen los coros de los ángeles, a los que puede mandar en ayuda de los abandonados. Ordena a los demonios, para que no se atrevan a tentar a ninguno de los que les han pedido auxilio y se han puesto bajo su protección. Los espíritus malignos tienen terror a la Reina del cielo y emprenden la fuga apenas oyen su santo nombre, como si huyeran del fuego. Sienten espanto del sagrado y temible nombre de María, mientras que él resulta sumamente e invocado en todas partes por los cristianos; no osan hacerse visibles ni ejercer su nefasto poder allí donde saben que brilla el nombre de María Santísima porque, al sólo oír este nombre, se desploman violentamente al piso, como si cayera un rayo del cielo. Y cuanto más frecuentemente se invoca este nombre con amor y fervor, tanto más velozmente y más lejos huyen ellos.

miércoles, 17 de junio de 2015

Junio 17

           5) María está colmada de delicias y siempre es alegrada por los cantos de los ángeles; sin embargo, disfruta cuando los creyentes se ponen a su servicio, porque así se difunden en mayor escala la gloria de Dios y la salvación de los indigentes; compadece los sufrimientos de los atribulados; socorre en los peligros a los que son tentados, y escucha las oraciones de los devotos. Si alguien se dirige a ella sin vacilaciones y con humildad, invocando su dulzura y glorioso nombre, no se alejará con las manos vacías.

martes, 16 de junio de 2015

Junio 16

           4) Que el servicio a María nunca te parezca largo ni pesado, porque servir con el corazón y la palabra a semejante Reina proporciona deleite y alegría. Te procurará, además, una notable recompensa por cualquier acto, aunque mínimo, que hicieras en su honor. La humilde Madre no menosprecia las humildes atenciones; la piadosa Virgen acepta de buena gana aun los modestos obsequios, cuando se ofrecen con espontaneidad y devoción. La dulce Reina y Señora misericordiosa sabe bien que no somos aptos para ofrecerles grandes cosas, ni exige de sus pobres servidores actitudes imposibles. No busca ni necesita nuestros bienes María, a cuya indicación obedece el paraíso. Ella quiere nuestro bien, cuando busca nuestro servicio; desea nuestra salvación, cuando nos pide que la alabemos; persigue la ocasión de ayudarnos, cuando nos incita a honrar su nombre, puesto que se complace en renovar a sus servidores. En suma, es fidelísima en las promesas y muy generosa en los dones.

lunes, 15 de junio de 2015

Junio 15

          3) Si reconoces tus errores, cambia tu vida para mejorarla; persevera en el bien y dale devotamente gracias a Dios por sus dones. Hizo otro tanto la Bienaventurada Virgen María, colmada del Espíritu Santo, cuando gestaba a Jesús en su seno. A ejemplo de su mansedumbre, aprende a soportar con paciencia las cruces que encuentres, sometiéndote a la voluntad de Dios, tal como él lo ha establecido desde toda la eternidad. Jesús será tu fuerza y María tu fidelísima Madre, si te comportas como hijo dócil y como servidor devoto, siempre dispuesto a hacer el bien. ¿Quiéres practicar lo que agrada a la Virgen Bienaventurada? "Se humilde, paciente, sobrio, casto y púdico; fervoroso, manso, profundamente devoto, sean raras tus salidas, lee y escribe, pero más a menudo ruega".

domingo, 14 de junio de 2015

Junio 14

          2) Seguramente querrás gozar en el cielo con María, pero tienes que soportar de buena gana con María también la pobreza y el desprecio en la tierra. Reflexiona acerca de sus humildes costumbres y su virginal reserva con las amigas; refrena tus ligerezas y huye del bullicio. No ofendas a Jesús y a María con discursos frívolos y con acciones indignas, porque no es asunto de poca monta ofender a amigos tan queridos. Ellos están a tu lado, en todo lo que hicieres; y, en la medida del empeño con que te esfuerzas en enmendarte, acudirán a tu encuentro con su auxilio. Su prudencia es superior a tu malicia y su benignidad te conducirá a la penitencia.

Junio 13

Capítulo IV

Recuerdo y devoción de María.

          1) María es amiga de la pobreza, el camino de la humildad, el modelo de la paciencia y de la perfección en todo. Desde el nacimiento de Jesús llevó una vida muy pobre, y hasta la muerte de él en cruz fue siempre paciente. Es dulce seguirla, es justo horarla con humilde y devoto homenaje; se debe pensar cada día en lo que se le puede ofrecer dignamente en señal de gratitud y de amor.

Junio 12

           12) Oración. A tí, Señor Jesús, y a tu Santísima Madre María, encomiendo mi alma y mi cuerpo para que los guarden para la vida eterna. Oh Jesús y María, mi única esperanza, que en toda tribulación y angustia me socorra su piedad. Ustedes son mis poderosísimos patronos, dignos de ser amados más que todos los santos. Yo, pobre y peregrino en esta tierra, no tengo a nadie, entre todos mis amigos y conocidos, que sea tan fiel y tan amado como ustedes, en quienes confío.

Junio 11

          En cada momento implora a Jesús y a María, que te defienden de los enemigos del alma y del cuerpo, y conceden los goces eternos a quienes son sus servidores. Recurre a Jesús y a María en toda necesidad, manifestándoles tus pedidos, confesándoles tus culpas y deplorando los pecados cometidos. Pide perdón, abraza la penitencia, recupera la esperanza, promete enmendarte y ten confianza en la ayuda de la gracia. Si caes fácilmente en pecado, esfuérzate con diligencia en levantarte de nuevo, Jesús y María atenderán con gusto las oraciones del que los invoca, y no despreciarán el lamento de los necesitados. Hasta los ángeles estarán de fiesta cuando, de todo corazón, te hayas convertido de cualquier pecado y hayas abrazado una vida mejor, como le agrada a Cristo y a su bendita Madre. Procura tan sólo no ofenderlos, y ellos no te negarán su ayuda, ríndeles el debido honor y te tomarán a su cuidado con el mayor esmero. 

viernes, 12 de junio de 2015

Junio 10

           Es bello y dulce ponerse al servicio de Jesús y de María. Ellos fueron los primeros en ponerse a nuestro servicio con mucha fidelidad y humildad. Hijos de los hombres, sirvan al Señor, que se dignó servirlos a ustedes en tan gran medida; sirvan a la Madre de Dios, que tantos ejemplos de santo servicio les ha dejado. Es justo honrar a estos sumos patronos que pueden ayudarnos, puesto que por medio de ellos se conoce y se ejecuta la voluntad de Dios.

miércoles, 10 de junio de 2015

Junio 9

          9) ¿Acaso Jesús y María no fueron los más humildes sobre la tierra? Y, sin embargo, ¿no son los más grandes en el cielo? Jesús se hizo siervo y María se llamó sirvienta. Pero el mundo entero ha experimentado la caridad de ambos; los santos ensalzan su dignidad; el coro de los ángeles los venera. Ojalá te encuentre a ti también con ellos, para que juntos, con incansable ritmo entonemos himnos en honor del dulce nombre de Jesús y de la dulcísima Virgen María.

lunes, 8 de junio de 2015

Junio 8

           8) Los más grandes y los más devotos alaban magníficamente; los que sólo tienen un poco de aceite, que lo ofrezcan de buena gana al Hijo y lo consagren a la Madre de la gracia. Habría que hacer callar ante la excelencia de la gloria y de la dignidad del magnífico Hijo de una Madre Virgen, pero como María no desprecia a los pequeños ni a los pecadores, admitirá misericordiosamente tu alabanza dentro del coro de los que la alaban, como afirma el santo profeta: "El pobre y el miserable alabarán su nombre". Esto debía decirse, aunque brevemente, según las propias modestas posibilidades, pero con lenguaje sencillo y con sinceridad.

domingo, 7 de junio de 2015

Junio 7

            7) Para conseguir  la benevolencia del benignísimo Jesús y de su muy misericordiosa Madre, nada mejor hay para ti que humillarte en cualquier circunstancia, sometiéndote a todos, manteniéndote siempre en el último lugar y considerándote sinceramente indigno y ruin. Si en cambio te crees capaz de llevar a cabo algo bueno, toma conciencia de tu nulidad. Sólo así podrás aplacar a Dios, Jesús tendrá compasión de ti y también María rogará por ti. Serás consolado en tu humildad, y no quedarás confundido delante de ellos, sino que recibirás copiosos dones, mientras elevas cantos de alabanza. Si no eres apto para alabarlos dignamente, procede del mejor modo posible, ofreciendo lo que tengas, ya que la buena intención te ayudará hasta que estés en condiciones de proporcionar mejores obsequios.

Junio 6

             6) Feliz el que escucha con atención las amonestaciones que Jesús le dirige, para que se corrija y, después del amargo llanto, se sienta nuevamente arrobado por los dichosos éxtasis del alma. La conmiseración de Jesús es más grande que todos los pecados, y la benignidad de María no podrá agotarse jamás. ¡Oh, si tú pudieras progresar mucho en el amor de Jesús, y servir digna y devotamente a su bendita Madre María! Pero, ¿qué podrías hacer tú, que ni siquiera eres digno de pronunciar su nombre, ya que eres frágil, tibio, negligente y, por añadidura, los ofendes con frecuencia de muchas maneras? ¿Cómo podrías alabarlos, si la alabanza en la boca de un pecador no es acepta, dado que santos pueden ser solamente los que son justos y dignos? Pero entonces, ¿debes callarte o hablar? Ay de ti, si no hablaras; pero ay de ti también si hablaras con labios indignos. En suma, ¿qué debes hacer para hallar misericordia y no incurrir en pecado?

Junio 5

          5) Ellos no se olvidarán jamás de ti, mientras tú no los olvides. Pero si desgraciadamente te olvidaras o te comportaras mal, si tu devoción de antes se hubiese enfriado, tendrás que sancionarte con oportunos castigos, deplorar con amargura tus malos pasos, aprender a hablar más a menudo con Dios y a custodiar con mayor vigilancia la gracia que te ha sido dada. Acuérdate, pues, de los beneficios de Jesús y María, y lamenta tu negligencia y la grave ingratitud, en que neciamente has incurrido.