sábado, 31 de enero de 2015

Enero 31

          15) El Hijo. Que te sirvan todos los pueblos, todas las naciones y todas las lenguas. Que todas las criaturas se arrodillen ante ti. Que el cielo diga: "Alégrate, oh María". responda la tierra: "Ave para siempre y...más allá". Que todos los santos glorifiquen tu nombre, y que todos los devotos vibren de júbilo delante de ti y del Cordero, Jesucristo, tu Hijo y Señor nuestro. Amén.

viernes, 30 de enero de 2015

Enero 30

          14) Él es la esperanza de las almas buenas, el consuelo de los devotos, la paz de los mansos, la riqueza de los pobres, la gloria de los humildes, la fortaleza de los débiles, el camino de los extraviados, la luz de los ciegos, el bastón de los lisiados, el alivio de los oprimidos, la ayuda de los atribulados y el refugio particular de todos los buenos. Bendice al Hijo con la Madre, y serás amado por el Padre. Toda vez que me hagas una atención, rindiéndole honor y gloria a él, porque su gloria es mi alegría, y el homenaje tributado a él es una alabanza dirigida a mí. Ponme a mí y a Jesús como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo. Si estás de pie o sentado, si ruegas, lees , escribes o trabajas, que Jesús y María estén con frecuencia en tus labios y siempre en tu corazón.

Enero 29

         13) La Madre. Yo soy la Madre del noble amor, del casto y santo temor, del piadoso alivio y del suavísimo consuelo. Por lo cual, al oir mi nombre, regocíjate de todo corazón. Inclínate con respeto y salúdame con alegría, porque al honrar a la Madre honras también al Hijo, que tiene a Dios por Padre. Yo soy María, la Madre de Jesús, y este será por siempre mi nombre. ¿Y quién es Jesús? Es el Cristo, el Hijo del Dios vivo, el Salvador del mundo, el Rey del cielo y la tierra, el Señor de los ángeles y el Redentor de los fieles, el Juez de vivos y muertos.

miércoles, 28 de enero de 2015

Enero 28

           12) Oh Madre de inmensa piedad, de grandísima misericordia y caridad; Virgen incomparable, amable y venerable para todos; Madre singular del Hijo de Dios, que nació de ti, como también Madre universal de todos los cristianos y Madre particular y especial en relación con el grado de devoción que abrigamos hacia ti; Virgen Reina del mundo y Señora de los ángeles, atráeme a ti, para que no permanezca bajo el peso de mis pecados. Distribuye la gracia, salvífico rocío del cielo, de la que eres Medianera, a fin de que yo merezca experimentar que eres la Madre de la gracia y la fuente de la misericordia.

Enero 27

          11) El hijo. Feliz momento en que te dignas acercarte a mi corazón dominado por el desconsuelo, misericordiosa Virgen María. Ojalá fuese más prolongado, para poder escuchar tus palabras de aliento, que con tanta intensidad me enardecen y purifican, tan pronto entran en contacto con mi interior y me renuevan profundamente. Feliz tu seno, oh María, que no cesa de brindar la dulcísima leche del consuelo. Por la abundancia de gracia del Niño Jesús, al que tú amamantaste, no puedes negar tu innata misericordia a quien la pide. Y más bien, concedes a menudo gracia incluso a los grandes pecadores.

lunes, 26 de enero de 2015

Enero 26

          10) La Madre. ¿Qué te pasa, hijo, ¿quién quiere hacerte daño? No temas; yo me haré cargo de eso. Para el caso, cuenta conmigo y con mi Hijo, tu hermano, quien está a la derecha del Padre y es fiel mediador e intercesor por tus pecados. Debes tener total confianza en él, porque es él quien da la vida, es él quien vence a la muerte. Habiendo asumido carne de mí en el tiempo, engendrado por el Padre desde la eternidad, ha sido enviado para la salvación de todo el mundo. De él proceden la esperanza y el consuelo, la fe y la victoria. Por eso, acuérdate siempre de Jesús y de María, y no sentirás miedo de ningún enemigo.

domingo, 25 de enero de 2015

Enero 25

          9) Me tendiste la mano desde arriba y me tocaste; así quedé curado de mis miserias. Con mucha dificultad podía hablar, mientras que ahora tengo ansias de cantar y agradecerte. Se me había vuelto tediosa la vida, ahora en cambio no tengo miedo ni siquiera de la muerte, porque sé que tú eres mi abogada ante tu Hijo, a cuya misericordia me encomiendo desde este momento y para cada instante de mi vida venidera. Desde que hablaste al corazón de tu desolado huérfano, de inmediato he cambiado para mejor y me siento profundamente transformado en mi interior. Estaba postrado como quien no tiene esperanza, pero tú te has acercado a mí, me has infundido consuelo y aliento, hablándome con gran amor.

Enero 24

           8) Mi alma ha quedado profundamente conmovida por tus palabras, oh María. Por cierto, apenas tu voz consoladora llegó a mi oídos, mi alma se ha estremecido de alegría, mi espíritu ha recuperado vigor y todo mi corazón ha sido inundado de nuevo gozo, puesto que hoy me has anunciado cosas buenas y jubilosas. Estaba triste, pero ahora estoy feliz por tus palabras. Tu voz es suave a mis oídos: yo estaba oprimido y desalentado, pero ahora me encuentro alegre y verdaderamente confortado.

Enero 23

          7) El hijo. ¡Palabras maravillosas, rebosantes de toda dulzura celestial! Sublime voz que desciende de lo alto como rocío sobrenatural, trayendo aliento a los pecadores y alegría a los justos; melodía del cielo que se derrama en la conciencia de los desesperados. ¿Y quién soy yo para que la Madre de mi Señor me hable a mí? Bendita seas, Madre Santísima, y sean benditas tus palabras. Ellas son leche y miel sobre tu lengua, y su aroma es superior a todos los demás aromas.

jueves, 22 de enero de 2015

Enero 22

           6) Exhorto a mis hijos, insto a los que tanto amo: sean imitadores de mi Hijo y de la que es Madre de ustedes. Acuérdense de mí, que no puedo olvidarme de ustedes, porque siento compasión de todos los desdichados y soy una muy misericordiosa abogada de todo los fieles.

Enero 21

          5) Conviértanse y vengan; hagan penitencia, y yo invocaré el perdón para ustedes. No olviden: yo estoy situada entre el cielo y la tierra, entre Dios y el pecador; y obtengo con mis ruegos que este mundo no perezca. Pero no quieran abusar de la misericordia de Dios ni de mi clemencia; mas bien manténganse alejados de todo pecado, para que no descienda sobre ustedes su ira ni su temible venganza.

Enero 20

         4) Acérquense entonces a mí, hijos de los hombres: observen mi celo para con ustedes ante Dios y ante mi Hijo Jesucristo. Está claro: cargaré sobre mí su ira y aplacaré con mis fervorosas plegarias a aquel que, como ustedes saben, han ofendido.

lunes, 19 de enero de 2015

Enero 19

          3) Vengan todos, justos y pecadores, y yo rogaré al Padre por ustedes. Rogaré también al Hijo, para que se reconcilie con ustedes en el Espíritu Santo. Los invito a todos, los espero a todos, deseo que todos vengan a mí. No des`precio a ningún pecador; sino, al contrario, por un pecador que se convierte, me regocijo con gran afecto junto con los ángeles de Dios en el cielo. Porque no en vano ha sido derramada por el mundo la sangre de mi Hijo.

Enero 18

          2) La Madre. Yo soy la Madre de la misericordia, llena de caridad y de dulzura. Soy la escalera de los pecadores, la esperanza y el perdón de los culpables, el consuelo de los aflijidos y el gozo particular de los santos. Vengan a mí todos ustedes que me aman, y quedarán satisfechos en medio de mis consuelos, porque soy buena y misericordiosa para con todos los que me invocan.

sábado, 17 de enero de 2015

Enero 17

CAPÍTULO II

El consuelo de la Virgen María

          1) El hijo. Ahora, Señora mía, te ruego que hables un poco conmigo. Abre tus labios en nombre de tu Hijo, que te ha colmado de toda gracia espiritual.


jueves, 15 de enero de 2015

Enero 16

          16) Por lo mismo, oh clemente Virgen María, consígueme con tus ruegos esta gracia, que es tan noble y preciosa: que yo no desee ni pida nada más que la gracia por la gracia.

Enero 15

          15) Adolezco asimismo de pobreza en sabiduría y en ciencia espiritual, pero la gracia de Dios es suprema maestra y dispensadora de la disciplina celestial. Por consiguiente, ella me basta para instruirme en todos los asuntos necesarios, y me disuade de buscar cualquier cosa fuera de lo imprescindible, y de querer conocer temas más allá de lo lícito. Pero amonesta y enseña a humillarse y a contentarse solamente con ella.

Enero 14

         14) Nada de lo que te pida es más precioso que la gracia, ni tengo necesidad de ninguna otra cosa fuera de ella y de la misericordia de Dios. Me basta su gracia y no necesito nada más: sin la gracia, en efecto, ¿qué resultado tendría cualquier esfuerzo mío? En cambio, ¿qué puede ser para mi imposible, si me asiste y me ayuda la gracia? Tengo muchos y diversos defectos espirituales, pero la gracia de Dios es una medicina eficaz contra todas las pasiones. Y si él se dignara socorrerme, las atenuará a todas.

martes, 13 de enero de 2015

Enero 13

          13) Ahora, después de estas consideraciones, ¿qué te pediré, mi muy querida Señora? Para mí, indigno pecador, ¿hay algo mejor, más útil, más necesario que hallar gracia delante de ti y de tu amadísimo Hijo? Por lo tanto, pido la gracia de Dios por tu intercesión, ya que, como afirma el ángel, tú has encontrado la plenitud de la gracia ante Dios.

lunes, 12 de enero de 2015

Enero 12

          12) Pero ay de aquellos que se aburren, que la rezan sin devoción, que no reflexionan sobre sus palabras más valiosas que el oro, que no saborean sus copas de miel, que tantas veces recitan el Avemaría sin atención ni respeto. Oh dulcísima Virgen María, presérvame de una tan grave negligencia y falta de atención, perdona mi pasado desempeño. Seré más devoto, más fervoroso y más atento al recitar el Avemaría, cualquiera sea el lugar en que pudiera hallarme.

Enero 11

          Este es el saludo angélico, compuesto por inspiración del Espíritu Santo, del todo adecuado a tu dignidad y a tu santidad. Es una oración pobre en palabras, pero rica en misterios. Breve como discurso, pero profunda como contenido; más dulce que la miel y más preciosa que el oro, digna de repetirse con mucha frecuencia de todo corazón, devotamente y con labios puros, porque, aunque sea el resultado de muy pocas palabras, se esparce en un vastísimo torrente de celestial suavidad.

sábado, 10 de enero de 2015

Enero 10

          10) Pero ahora me posto ante ti, impulsado por sincera devoción; y totalmente encendido en veneración hacia tu suave nombre, te repito el gozo de aquel saludo nuevo, jamás oído hasta entonces, cuando el arcángel Gabriel, enviado por Dios, entró en la intimidad de tu morada y, doblando reverentemente las rodillas, te rindió honor al decirte: "Ave, llena de gracia, el Señor es contigo". Yo deseo, en consonancia con la preciosa costumbre de los fieles y, en todo lo posible, con labios puros, dirigirte este saludo, como también deseo, desde lo profundo del corazón, que te lo dirijan del mismo modo todas las criaturas: "Ave María, llena de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesucristo. Amén.".

viernes, 9 de enero de 2015

Enero 9

         9) Dado que mi vida es frágil y caduca a causa de todos mis excesos, de todas mis negligencias, de todos los pensamientos vanos, inmundos y perversos, quiera el cielo que todos los espíritus bienaventurados y las almas de los justos, con purísima devoción y muy ardiente plegaria, te dirijan, oh Beatísima Virgen María, y repitan cien veces en tu honor el altísimo saludo con que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo fueron los primeros en querer saludarte por medio del ángel. De alguna manera, hallaría así un digno incienso de suave fragancia, ya que en mí nada hay de bueno ni nada que merezca recompensa.

Enero 8

          8) Quiera el cielo que, para satisfacer mi deseo de honrarte y de saludarte eternamente desde lo profundo del corazón, todos mis miembros se transformen en lenguas y las lenguas en voces de fuego. Madre de Dios, quisiera poder dirigirte este saludo como pura y santa ofrenda de oración, en expiación de todas mis culpas, por las cuales he merecido la ira divina, he entristecido gravemente a tu Hijo, he deshonrado y ofendido muy a menudo a ti y a toda la corte celestial.

miércoles, 7 de enero de 2015

Enero 7

          7) Es tan grande la dulzura de este bendito saludo, que no admite explicación con palabras humanas. Resulta en efecto siempre más elevado y profundo de lo que pueda comprender toda criatura. Por eso doblo una vez más las rodillas delante de ti, Santísima Virgen María, y digo: "Ave María, llena de gracia". Clementísima Señora mía, Santa María, acepta este tan devoto saludo y, con él, acéptame también a mí, para que pueda yo tener algo que sea de tu agrado, que fortalezca mi confianza en ti, que encienda en mí un amor cada vez más grande y me conserve por siempre devoto a tu santo nombre.

martes, 6 de enero de 2015

Enero 6

          Y ahora escucha también al devoto enamorado de tu nombre: "El cielo se regocija y la tierra se asombra, cuando digo: Ave María. Satanás huye, el infierno tiembla, cuando digo: Ave María. El mundo se vuelve despreciable, la carne repugnante, cuando digo: Ave María. Desaparece la tristeza y vuelve la alegría, cuando digo: Salve María. Se disipa la tibieza y el corazón se inflama de amor, cuando digo: Salve María. Aumenta la devoción, nace la compunción, se acrecienta la esperanza, se intensifica el consuelo, cuando digo: Salve María. El ánimo se renueva y el empeño en el bien, cuando digo: Ave María".

domingo, 4 de enero de 2015

Enero 5

          5) Por consiguiente, voy hacia ti con humildad y reverencia, con devoción y confianza, llevando en los labios el saludo de Gabriel, que te dirijo suplicante: saludo que repito con alegría, con la cabeza inclinada por respeto y los brazos abiertos con gran devoción, rogando que sea repetido en mi lugar cien, mil y más veces todavía por todos los espíritus celestiales. No sé realmente qué pueda haber más dulce y más digno para ofrecerte.

Enero 4

          4) Luego, si quiero realizar el intento de comprender tu gloria excelsa y saludarte dignamente desde lo íntimo del corazón, debo proceder con espíritu mucho más puro, porque los que pretenden acercarse sin respeto a tu puerta, no obtienen gloria sino justa vergüenza. Por lo tanto, quien se aproxima a ti debe comportarse con grandísima reverencia y humildad y, sin embargo, con gran esperanza de ser admitido en virtud de tu misericordia clemencia.

sábado, 3 de enero de 2015

Enero 3

         3) Estoy necesitado de gran consuelo, sobre todo de la gracia de tu Hijo, pues no me encuentro en absoluto en condiciones de ayudarme a mí mismo. Pero tú, Madre misericordiosísima, si te dignaras considerar mi pequeñez, de muchas maneras podrías socorrerme y confortarme con abundantes consuelos. Por eso, apenas me sienta oprimido por las dificultades o por las tentaciones, inmediatamente recurriré a ti, puesto que donde sobreabunda la gracia es más solícita la misericordia.

viernes, 2 de enero de 2015

Enero 2

         2) Por eso, dulcísima María, es inconveniente que yo, polvo y ceniza, mejor dicho más vil que el polvo por ser pecador y muy propenso a toda perversidad, me atreva a detenerme para considerar tu belleza y tu magnificencia. Tú, en cambio, encumbrada sobre el cielo, tienes el mundo bajo los pies y eres digna de honor y reverencia por el honor de tu Hijo. Tu inefable bondad, que sobrepasa toda imaginación, con frecuencia me fascina y atrae mi afecto, porque eres el consuelo de los aflijidos y estás siempre dispuesta a socorrer a los miserables pecadores.

jueves, 1 de enero de 2015

Enero 1

LIBRO PRIMERO

ENCONTRAR A MARÍA

CAPÍTULO 1

Como saludar a la gloriosa Virgen

          1) Aunque yo no tenga mérito alguno y, al contrario, sea conciente de mis muy numerosos pecados, tengo sin embargo grandísima confianza en tu pasión, Señor Jesús, y en los méritos de la gloriosa santa Virgen María, Madre tuya. A propósito de ella quisiera detenerme un poco, rogando llegar a ser digno, ya que no puedo atreverme a acercarme a su persona sin haber obtenido antes su permiso. Bien sé que mi indignidad no debería presentarse ante la excelsa dignidad de aquella a quien los mismos ángeles veneran con admiración, exclamando: "¿Quién es esta que se eleva sobre el desierto del mundo y rebosa de las delicias del paraíso?".


Introducción

          


         Entre los muy numerosos y considerables escritos de Tomás Hemerken, más conocido como Tomás de Kempis (1380-1471), se han tenido en cuenta sobre todo aquellos que, armónicamente compilados en cuatro libros, ostentan el título de Imitación de Cristo. De esta obra nos han llegado innumerables versiones en varias lenguas en el transcurso de los siglos, dado que, después de la Sagrada Escritura, ha sido siempre el libro más leído y es considerado, con todo derecho, la guía espiritual de quien se propone cultivar en serio su propia vida interior: Bossuet lo definió como "el quinto Evangelio", y el padre Olivet: "el más hemosos libro salido de las manos de un hombre, ya que el Evangelio ha salido de las manos de Dios". Con este libro de oro se formó un contingente de santos, como surge de la biografía de no pocos de ellos.
       Causa extrañeza, sin embargo, que al ordenar los escritos de Tomás de Kempis, no se haya advertido la oportunidad de recopilar en un volumen aquellos, igualmente preciosos, de contenido mariano. Fue una grave omisión. En efecto, por una parte se descuidó todo lo que el autor había escrito, magníficamente por cierto, acerca de la Virgen como "providencial camino a Cristo y a Dios"; y por otra parte se mantuvo prácticamente oculto a muchas almas, durante siglos, el providencial camino mariano, trazado por los escritos de un auténtico maestro de espiritualidad.