miércoles, 19 de agosto de 2015

Agosto 19

          7) Cuando llegue para mí el último día, que yo ignoro, y la hora de mi muerte, que tanto temo pero que no puedo eludir, tú, clementísima Señora, mi gran confianza en cualquier dificultad y sobre todo en la hora de la muerte, acuérdate de mí. Y asísteme cuando termine mi vida, confortando a mi alma azorada.

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