8) Ruega por tus amigos y benefactores; ruega también por tus detractores, para que a los buenos se les conceda una gracia adecuada, a los enemigos un juicio con equidad, a todos la paz y la misericordia de Cristo. Ruega con el fin de que todos los hombres, por los cuales Dios realizó tantas maravillas y se rebajó, sometiéndose humildemente a María y a José, lo amen, practiquen sus mandamientos y den gloria a su Creador.
“Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.” (Apocalipsis 12, 1)
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