lunes, 16 de marzo de 2015

Marzo 12

          6) Y tú, san Juan, acepta el deseable tesoro que te ha sido confiado, acepta a la venerable Madre de Jesús, la Reina del cielo, la Señora del universo, tu amada pariente, hermana de tu madre: la Virgen Santa. Hasta este momento, ella era sólo  tu pariente, por derecho de sangre. Ahora, en cambio, será tu Madre con un vínculo más sagrado y por derecho divino, confiada a ti por una gracia especial. También tú, que antes eras hijo de Zebedeo según la carne, hermano de Santoago el Mayor y pariente del Salvador, y que en lo sucesivo pasaste a ser discípulo de Jesús, serás sesignado con un nombre nuevo: "hijo adoptivo de María", a la que obedecerás con amor filial durante el resto de tu vida. Ejecuta entonces, cuanto Jesús te manda, pon en práctica la orden del sagrado compromiso y obtendrás el honor y el reconocimiento de todo el mundo.

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