jueves, 19 de marzo de 2015

Marzo 19

           13) Si llora, no te alejes; si sufre, haz una obra de misericordia. Finalmente prepárate para ir a las exequias de Jesús que se está muriendo; acompáñala a la madre al lugar de la sepultura, llévala de vuelta a la ciudad, a casa, y consuela a la consoladora de todos los aflijidos. Sé tu su angelical servidor, e incluso en esta función podrás ofrecer alivio a quien ostenta mayor dignidad que la tuya. De hecho, Cristo fue confortado por un ángel en su agonía. Aunque no tuviese necesidad, quiso ser visitado por un subalterno y no rehusó ser consolado por él.

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