domingo, 29 de marzo de 2015

Marzo 28

         8) Mientras todos los amigos de Jesús se habían dispersado, tú, aflijidísima Madre, con un pequeño grupo de mujeres te trasladaste impávida al Calvario, abriéndote paso a través de una muchedumbre amenazante, para acercarte lo más rápido posible al Hijo, al que estaban por crucificar. Querías verlo mientras estaba todavía vivo, a fin de poder recibir de él, antes que muriera, la palabra de su amorosa donación.

No hay comentarios :

Publicar un comentario