domingo, 19 de abril de 2015

Abril 19

          5) ¡De qué inefable gozo se sintió inundada en ese momento María, tu Madre, cuando te vio a ti, su Hijo, adornado de claro resplandor, con el cuerpo glorioso, más espléndido que la luminosidad del sol y más hermoso que todas las estrellas! Qué indecible y jubilosamente exultó su espíritu en ti, Jesús, Dios, su Salvador: más que nunca en todos los días de su vida terrenal.

No hay comentarios :

Publicar un comentario