jueves, 2 de abril de 2015

Marzo 31

          11) Compadece ahora alma mía, a la Virgen dolorosa, a la Madre lacrimosa, a María amorosa. Si amas a María, debes compadecerla por sus dolores tan numerosos, para que te socorra en tus penas. ¡Qué cuadro!: la Santa Madre llora a su único Hijo; llora María de Cleofás a su querido pariente; llora María Magdalena al médico de su salud; llora Juan a su dulcísimo Maestro; lloran todos los apóstoles a su Señor que han perdido. ¿Y quién no lloraría entre tantos amigos que lloran juntos?

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