17) Si observas a todos los amigos de Dios, no encontrarás ninguno que haya navegado por el mar de esta vida sin duras pruebas. Por lo tanto, recoge de la imagen del Crucificado y de su bendita Madre el ejemplo de una incansable paciencia, y no temerás más soportar sacrificios por tu salvación y por la recompensa de la infinita bondad de Jesús. Obrando así, podrás gozar de la visión de su rostro por toda la eternidad.
“Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.” (Apocalipsis 12, 1)
No hay comentarios :
Publicar un comentario