miércoles, 8 de abril de 2015

Abril 5

         16) Intenta por consiguiente, alma devota, grabar estas cosas en tu corazón. Sé tranquilo y fuerte cuando venga el momento de la tentación. No te turbes ni te desesperes, si llega a faltarte aquello que tanto amas o si se te niega lo que consideras que es necesario para ti. Los amigos de Jesús son a menudo probados con gravísimas aflicciones porque si Dios no escatimó penas ni siquiera a su Hijo sino que por nosotros lo abandonó en gravísimos tormentos, ¿cómo pretendes un trato mejor? Si Cristo no se buscó a sí mismo, pero fue obediente y propenso a soportar incluso hechos sumamente viles y dolorosos, ¿por qué tú temes tanto la fatiga y el dolor, y en cambio, por amor al Crucificado, no abrazas las realidades ásperas y duras? Si él reservó a su Santísima Madre numerosas contrariedades en la tierra; si permitió que con frecuencia pasase por muchas tribulaciones y sufrimientos, ¿cómo se entiende que tú podrías vivir sin pruebas?

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