sábado, 14 de febrero de 2015

Febrero 13

8) Te alabo y te glorifico por esos interminables nueve meses durante lo cuales te escondiste como niño en la estrechez de un seno virginal, esperando tu tiempo para nacer. Tú que, como Dios, no tienes tiempo ni tienes edad, pero ordenaste todas las cosas en el tiempo con la admirable armonía.

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