sábado, 14 de febrero de 2015

Febrero 14

9) Oh admirable y maravillosa dignación, Dios de inmensa gloria, que no te desdeñaste de hacerte despreciable y de asumir, para salvarnos, nuestros sufrimientos, tú, que creaste todas las cosas sin esfuerzo. Oh dulcísimo Jesús, esplendor de la gloria eterna, cuanto más me has demostrado tu bondad; cuanto más te has vuelto despreciable por mí, tanto más te amo.

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