Capítulo III
La pérdida y el hallazgo de Jesús
1) El Hijo. No siempre se encuentra Jesús donde se lo busca; pero con frecuencia se lo encuentra donde menos se cree. Por eso, que nadie presuma de ser el único en poseer a Jesús; que nadie desprecie a otro, porque ignora en qué medida puede agradar internamente a Dios, realidad esta que escapa a los hombres, aun cuando por su exterior pueda él parecer un individuo insignificante.
La pérdida y el hallazgo de Jesús
1) El Hijo. No siempre se encuentra Jesús donde se lo busca; pero con frecuencia se lo encuentra donde menos se cree. Por eso, que nadie presuma de ser el único en poseer a Jesús; que nadie desprecie a otro, porque ignora en qué medida puede agradar internamente a Dios, realidad esta que escapa a los hombres, aun cuando por su exterior pueda él parecer un individuo insignificante.
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