domingo, 25 de enero de 2015

Enero 24

           8) Mi alma ha quedado profundamente conmovida por tus palabras, oh María. Por cierto, apenas tu voz consoladora llegó a mi oídos, mi alma se ha estremecido de alegría, mi espíritu ha recuperado vigor y todo mi corazón ha sido inundado de nuevo gozo, puesto que hoy me has anunciado cosas buenas y jubilosas. Estaba triste, pero ahora estoy feliz por tus palabras. Tu voz es suave a mis oídos: yo estaba oprimido y desalentado, pero ahora me encuentro alegre y verdaderamente confortado.

No hay comentarios :

Publicar un comentario