14) Él es la esperanza de las almas buenas, el consuelo de los devotos, la paz de los mansos, la riqueza de los pobres, la gloria de los humildes, la fortaleza de los débiles, el camino de los extraviados, la luz de los ciegos, el bastón de los lisiados, el alivio de los oprimidos, la ayuda de los atribulados y el refugio particular de todos los buenos. Bendice al Hijo con la Madre, y serás amado por el Padre. Toda vez que me hagas una atención, rindiéndole honor y gloria a él, porque su gloria es mi alegría, y el homenaje tributado a él es una alabanza dirigida a mí. Ponme a mí y a Jesús como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo. Si estás de pie o sentado, si ruegas, lees , escribes o trabajas, que Jesús y María estén con frecuencia en tus labios y siempre en tu corazón.
“Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.” (Apocalipsis 12, 1)
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